En este mundo solo hay dos tragedias: no conseguir lo que uno desea; y la otra es, conseguirlo. Esta expresión revela que estamos llenos de deseos insatisfechos y que cuando los cumplimos nos damos cuenta que no nos dan la felicidad que buscábamos. En este capitulo los Pastores Eduardo, Salvador y Sugel abordan este tema que toca directamente nuestra alma y cómo las cosas que hoy queremos mañana pierden vigencia, hasta que encontremos que solo Dios puede llenar este vacío y deseo insaciable.